Las etiquetas y calificativos despectivos sirven para evitar dar explicaciones intentando evitar que no se de ese primer paso de cuestionar que puede llevar a un segundo que ponga en evidencia algún pastel. Aquí tenemos los tan utilizados en los últimos años como “negacionista”, “antivacunas”, “conspiranoico”, etc. Pueden llegar a ser muy peligrosos dado que hay mucha gente que al escucharlos en boca de “expertos” y de fuentes oficiales los creerá y no se informará más profundamente de su fiabilidad evitando el ingrato trabajo de indagar en otras fuentes y contrastar con el riesgo de tener que cambiar de opinión incluso de pautas de vida. ¡Con lo fácil que es hacer lo que te dice la oficialidad y cruzar los dedos para que no conlleve males mayores!.
Desde la pandemia se han utilizado profusamente pero el tiempo va poniendo las cosas en su sitio:
Los conspiranoicos tenían razón
https://elpais.com/opinion/2025-05-03/los-conspiranoicos-tenian-razon.html
y vamos comprobando como la utilización de una etiqueta como argumento pro-ciencia causa graves daños a menudo irreversibles:
(Sobre)vivir con síndrome posvacunal agudo
https://www.abc.es/sociedad/sobrevivir-sindrome-posvacunal-agudo-20250504030718-nt.html
Se dicta sentencia que hace justicia con los trabajadores esenciales dañados por la vacuna contra el Covid-19
los otrora “bulos” pasan a ser informaciones veraces de quienes no pusieron sus intereses personales por encima de la ética o callaron a sabiendas del daño que se hacía:
La investigación que cambia la pandemia
https://www.elmundo.es/cataluna/2024/12/20/6765c25de4d4d8ba388b457e.html
Los reguladores capturados por la industria. No solo en EE. UU. Pero es ahí donde hoy se toma alguna medida al respecto.
Fármacos aprobados con estudios de un par de semanas y los responsables de aprobaciones pasando a la industria vendedora por engrasadas puertas giratorias.
Las Grandes Farmacéuticas expulsadas de los comités asesores de la agencia reguladora de medicamentos y alimentos FDA.
https://nataliaprego.substack.com/p/las-grandes-farmaceuticas-expulsadas
La sanidad privada acumula más de medio centenar de expolíticos y altos cargos como asesores o directivos
Las Terapias Naturales hacen hincapié en que lo importante es la persona, mientras la enseñanza de medicina universitaria se centra en la enfermedad. No es mala cosa que se vaya reconociendo:
Todo lo que su médico no estudió en la universidad: “Nos forman para curar enfermedades, no para atender personas”