Este es solo un ejemplo reciente, cuando sale a la luz se desvela el escándalo del control corporativo y el clientelismo de los profesionales totalmente condicionados a su servicio con la complicidad del gobierno que prefiere dar una imagen de “basado en la ciencia” y ponerse también al servicio de esa industria en lugar de ponerse del lado de la gente. Viene muy bien para darse cuenta de que la salud que nos venden desde la oficialidad está fuertemente sesgada hacia un modelo controlado por intereses privados que favorece las ventas de grandes corporaciones farmacéuticas.
De nuevo España a la cabeza de estas deplorables prácticas, de conflictos de interés y de profesionales sanitarios untados de pasta. Aquí somos muy dados a experimentar con la gente por lo que también nos ponemos a la cabeza de los, habitualmente peligrosos, ensayos clínicos de nuevos medicamentos.
Cinco años en la cuenta bancaria del Dr. ▇▇▇▇▇, médico de élite en la pública