Es necesario dotar de seguridad jurídica tanto a productores como a consumidores, son intolerables los daños a empresas y a los derechos de l@s usuari@s que con el altavoz de los medios de comunicación emiten perniciosas noticias produciendo un daño enorme impunemente sin necesidad de reparación alguna.
Detenciones, ruina personal, enormes cantidades de recursos humanos y económicos despilfarrados por el gobierno en irracionales persecuciones, miedo y riesgos generados que impiden utilizar sus enormes y diversificados beneficios. Decenas de miles de familias con la inseguridad permanente y porque se arriesgan, de haber un mínimo de sensatez serían muchas decenas de miles las que se beneficiarían y por tanto los consumidores, la economía también.
¿Por qué tanto acoso?, bueno es fácil darse cuenta que es un trabajo que puede extenderse y realizarse por muchas personas a pequeño nivel lo que nos amplía posibilidades y democratiza su uso facilitando el acceso y reduciendo la dependencia de quien controla productos, precios y usos. Eso no es del agrado de las grandes corporaciones que dictan la línea a seguir para sus propios intereses. La libertad de elección terapéutica de nuevo machacada.
La indefensión permanente, se sigue negando el derecho a la autonomía pesonal en la propia salud y pisoteando derechos básicos, el daño es brutal, el despropósito continúa.
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La otra cara de la mayor incautación mundial de cannabis: “¿Cómo es que cogen 32 toneladas y nadie va a prisión?”