No pudieron aprobar el tratado que querían con todas sus imposiciones dictatoriales (https://p-tn.es/resumen-de-la-conferencia-que-se-esta-negociando-en-estos-momentos-en-la-oms-y-cuales-son-sus-implicaciones-teresa-forcades) y ahora se pretende vestir el acuerdo logrado de gran logro e ir recuperando el tan deseado control sobre la vida de las personas con la excusa sanitaria.
Las negociaciones durante tres años no solo han vertido como dice El País sobre desigualdades, tratamientos y diagnósticos sino sobre el enorme peligro de que la dirección sea la misma que la de la pasada pandemia y de la pérdida de una soberanía irrenunciable. Esto era de tal gravedad, dada las medidas tomadas al margen de la ciencia y de la ética que tanto daño han causado, que ha sido necesaria la modificación y eliminación de puntos importantes para la aprobación actual.
No es una victoria de la ciencia, como dice Tedros, porque la ciencia no se ha presentado a ninguna competición (nunca lo hace) quienes sí lo han hecho son las farmacéuticas que tanto se han beneficiado de las descerebradas medidas antipandemia y que tanto esperan lucrarse de las que vengan. Nuestra ministra Mónica García se felicita por el acuerdo, cosa lógica dada su pretensión de escalar en relación con la OMS. No la preocupan los usos de emergencia sin seguimiento o garantías, tratamientos sin mecanismos de compensación por daños, que las medidas las dicte un organismo financiado por empresas o fundaciones privadas funcionando como Gran Hermano sanitario, imponiendo censura según sus propios intereses.
Veremos como van desarrollando los protocolos que intentarán suplir las imposiciones que no consiguieron consensuar.
Claves de la negociación del “crucial” acuerdo sobre pandemias: “Hay que terminarlo para salvar a la humanidad”
El Tratado de pandemias de la OMS: ¿Normalizar la instauración de un «Gran Hermano sanitario»?