PTN: un nuevo partido de la era Covid-19. Entrevista con su presidente Carlos Mora.

Habéis presentado el Partido de las Terapias Naturales (PTN). El propio nombre que está orientado, antes de aparecer el Covid, como respuesta ante la intensificación de la campaña contra las terapias naturales. ¿Cuáles son los objetivos que tiene?

Carlos: El objetivo principal del PTN es fomentar el uso del poder sanador de la Naturaleza a la ciudadanía, y para ello incluir las Terapias Naturales en el Sistema Nacional de Salud, incluyendo la regulación tanto de la formación como de sus profesionales, sean estos sanitarios o no sanitarios. Entendemos la sociedad como democrática, libre y plural, también debe poder serlo en el ámbito de la Salud.

La idea de integrar las terapias naturales en la sociedad, es algo que el gobierno tiene que hacer siguiendo la directiva de 2003. Se transpuso tarde, en 2007, pero sin un reglamento llegó de la mano de Dolors Montserrat ministra de anidad del PP. La OMS tiene la estrategia 2015-2023 de medicina complementaria, en parte, impulsada desde Europa. ¿Cuál es la posición de nuestro país?

Carlos: En 2018 se realizó un estudio en el que “el 95% de los españoles ve necesario que las terapias naturales estén provistas de una adecuada regulación».

Por otro lado, la FECYT publica la 10ª Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología en España, del Ministerio de Ciencia e Innovación, donde se indica que más de 11 millones de españoles utilizan o han utilizado alguna vez tratamientos alternativos e integrativos, desoyendo las demandas de la sociedad española y de la OMS y defendiendo un “Plan para la Protección de la Salud frente a las Pseudoterapias” que calificamos de irracional.

Como presidente de PTN el pasado 11 noviembre se presentó en Biocultura. ¿Cómo afecta el Covid-19 a las propuestas que podéis hacer? Aquí una pregunta exclusivamente en el plano terapéutico: han surgido controversias, que hasta The Lancet se sorprendido, ‘respecto la vitamina D, cuando se sabe, desde la gripe española en 1919, en multi-funcionalidad en el sistema inmunológico para que ahora se cuestione. ¿Esto ofrece un campo fértil para desarrollaros?

Carlos: Efectivamente, el PTN nace para dar respuesta al ataque irracional del gobierno contra las TN y no como consecuencia de la gestión que se está haciendo de la Covid-19. Uno de los fines básicos del PTN es la defensa del derecho de las personas a no someterse a tratamiento terapéutico alguno sin su consentimiento, por lo que estamos en contra de una vacunación obligatoria. Por otro lado, consideramos que los efectos de esta pandemia y sus peores consecuencias podrían haberse mitigado extraordinariamente si se hubieran tenido en cuenta las propuestas que se hacen desde las TN a la hora de prevenir la infección y atajar los primeros síntomas de la enfermedad. Esa irracionalidad se pone de manifiesto en el ejemplo de la vitamina D.

Desde el punto de vista político hay países como Alemania que han surgido los pensadores laterales (querdenken). Wolfgang Wodarg, diputados SPD entre 1994 y 2009, en 2009 denunció como presidente de la Asamblea Parlamentaria del Comité de Salud la gripe H1N1. Se ha presentó a las elecciones con recién partido Die Basis. ¿No es en un tema demasiado trasversal como para organizar entorno a él un partido?

Carlos: Puede ser que sea la nueva tendencia en política, pero funcionarán igual mientras estén a la sombra de ideales clásicos, aprovechan todas las nuevas olas para conseguir votos.

El enfoque político del covid-19 en ocasiones sieguen los esquemas convencionales de la política con un eje de izquierda derecha: la izquierda parece que limitar las políticas sociales sanitaria en incrementar el gasto y criticar las industria por el abuso de las patentes, etc. ¿Qué experiencia tiene de partidos de izquierda, cuando esperaría que no se sumiese despolitizar la sanidad?

Carlos: Una de las ideas contraintuitivas que hay que poner de manifiesto es que los partidos de izquierda son más beligerantes contra las TN que los partidos de derechas. La izquierda toma como dogma de fe una visión reduccionista de la ciencia, y consideran que la ausencia de evidencia científica es lo mismo que evidencia de su ausencia. Así, afloran planteamientos totalitarios que defienden intereses de la industria de la biomedicina y atentan contra las minorías terapéuticas. La sociedad española ha entendido que existe una pluralidad religiosa, que existe una pluralidad de orientaciones sexogenéricas, pero no se ha abierto a una pluralidad terapéutica. Habría que preguntarse por qué el campo de la salud y la sanación es el último de los grandes bastiones de libertad que queda por alcanzar.

Desde otros ámbitos, por ejemplo, desde ecología ya se habla de crisis de civilización. Bruno Latour, a propósito del Antropoceno dice que no es una crisis, es una metamorfosis: habitamos, como señala Hannah Arendt, otro mundo. La nueva política, o sólo me refiero a Podemos, parece vivir en el viejo mundo. La editorial de The Lancet recrimina a la política de un cementerio de oportunidades perdidas. Uno tiene la sensación que la izquierda tiene una enfermedad en la vista que le impide ver la realidad y solo ve su ideología vestida a “metodología científica”. Hasta Iván Redondo se da cuenta que nuevas generaciones los partidos e instituciones hace tiempo que dejaron de hablar su idioma. Hay intelectuales, desde Giorgio Agamben hasta Edgar Morin, que habla de necesidad de nuevos discursos, la medicina dijo controlar los virus y bacterias, las epidemias eran de la edad media, y tenemos una pandemia global. ¿Cómo articular un nuevo relato?

Carlos: El PTN representa un nuevo paradigma. Es un partido temático unido en torno a la defensa de las TN. Todas las demás cuestiones pertenecen al ámbito personal y privado de cada uno de sus afiliados/as, aunque es obvio que hay una sensibilidad compartida sobre muchas cuestiones. Para definirnos en aquellas cuestiones que no tengan que ver directamente con las TN nos guiaremos por el principio del “buen vivir”. Este nuevo paradigma está representado en nuestro Código Ético, donde no se menciona la religión sino la espiritualidad; donde no se habla solo de salud, sino también de sanación; donde equiparamos el bienestar del ser humano con el bienestar del planeta Tierra y de todos los seres sintientes que la habitan. Efectivamente, desde el PTN se observa que los partidos “clásicos”, “convencionales” o “generalistas” han olvidado el sentido último de la política, y siguen pensando en “partir”, porque son “partidos”. Todos los seres humanos somos diferentes, pero también somos iguales. En esas cosas en las que somos iguales, como, por ejemplo, la búsqueda de la salud y la sanación, es en lo que se enfoca el PTN y así queremos articular nuestro discurso.

La controversia con las terapias naturales subyace la libertad de prescripción médica, la libertad del enfermo para de elegir tratamiento, el paso de la biopolítica sobre el cuerpo a una política medicina cuyo objeto es la población a partir de la estadística y el hombre-pro-medio. El covid-19 ha visto a radicalizar esa situación. Afecta a la democracia y derechos fundamentales, la tan ostentosamente criticada China, por su régimen autoritario, no ha llegado a obligar a vacunar como se plantea en occidente ha señalado el exministro interior alemán del SPD Otto Schily. Al menos en el debate público en Alemania aparecen esas voces discrepantes. ¿Crees que podréis abrir el debate en los partidos establecidos, siendo optimista, como ha sucedido con temas ambientales que de marginales están en el centro de la agenda? 

Carlos: La medicina basada en la evidencia científica, unida a la inteligencia artificial y a la robotización, harán que en pocos años los profesionales dedicados a la biomedicina desaparezcan. Es un enfoque donde no tiene cabida la “mirada médica”. Los propios sanitarios que defienden este enfoque están cavando su propia tumba profesional. Por el contrario, en estudio hechos sobre las profesiones con más futuro, los terapeutas que emplean las TN aparecen en los primeros puestos. La biomedicina carece de la humanidad necesaria para sanar a las personas, si bien es muy eficaz en sanar el cuerpo físico. Pero el bienestar de las personas debe enfocarse desde una perspectiva holística. Este debate tendrá que abrirse en la sociedad, o la sociedad enfermará irremisiblemente.

Las patologia expresan aquello que las personas no son capaces de expresar, hace más de medio siglo aparece el concepto de enfermedades psicosomáticas y tenemos master de PNIE. En un mundo sin motivaciones, en biografías sin proyecto somos reducidos a la «soma». Es el dualismo extremo. La respuesta a Anne Hidalgo, ante la amenaza de Macron de “emmerde” a los no vacunados e ir hasta el final propone reunir, dejar de dividir Francia. Gunter Kampf, en The BMJ, se oponía a estigmatizar sin motivos médicos ni sanitarios. Richard Horton en The Lancet proponía un abordaje el covid-19 como la interacción entre diversas emergencias: socio económicas, ambientales, sanitarias. El incremento de enfermedades crónicas no transmisibles y patología mentales muestra desigualdades sociales. Estamos dejando atrás un cementerio de oportunidades perdidas. ¿Qué nuevo liderazgo político es urgente?

Carlos: Hace falta un enfoque holístico. Esta pandemia es un fracaso del enfoque puramente biomédico. Los propios científicos sociales se han manifestado en contra de este enfoque reduccionista. Hace falta tener consistencia política para abrir debates necesarios. Pero con políticos como Sánchez, que ante la evidencia de lo dañino de las macrogranjas de animales, en vez de coger el debate con valentía lo que afirma es que “un chuletón al punto es imbatible”. Con este tipo de políticos no hay futuro, solo más pasado.

Publicado en:  https://blogs.lavanguardia.com/diario-de-futuro/ptn-un-nuevo-partido-de-la-era-covid-19-entrevista-con-su-presidente-carlos-mora-38879

 

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